Agradecimiento Daniela

Doctor Pedro Vidal,

Quisiera expresarle mis más sinceros sentimientos de agradecimiento a usted y su gran equipo de personas que hacen posible esta ardua tarea con nosotros, sus pacientes, que a diario nos reciben y ayudan muy cordialmente pensando en nuestro bienestar.

Recurrí a usted después de mucho tiempo, viviendo con un gran peso en mi cuerpo, debido a quedar embarazada tan joven y sin cuidarme. Fue una época dura. Sin embargo, al nacer mi hijo que ya tiene 18 años, puedo decir que todo esto valió la pena y lo acepté de la mejor forma posible, agradecida de la vida por traer a mi marido, padre de mis dos hijos, y el amor de mi vida hace 20 años. Él ha sido parte fundamental en esta decisión, siempre me apoyó y nunca le importó mi condición física, pero pienso que en el fondo de su corazón, añoraba verme linda, sin esa fea guatita, que fuera libre. Siempre supe bien cómo ocultarla, en todos los casos nunca di pie para pensar en esto, no le di mucha importancia.

Viví siempre sufriendo por dentro, encontrando que tenía un cuerpo horroroso, sin forma… y quizás, por lo mismo, nunca me decidí a hacer algo al respecto definitivamente. “Ya es hora que te ocupes de ti” me lo dije internamente, siempre con el apoyo de mi marido. Así, el primer nombre y el único al cual iba a confiar mi problema en busca de una solución fue el suyo, desde siempre. Al ver sus programas, su profesionalismo, su gran preocupación por todos sus pacientes y su increíble humildad y entrega, que no posee cualquier persona; especialista destacado en su profesión.

Nunca olvidaré la confianza y tranquilidad que usted me dio ese primer día que lo conocí personalmente, muy preocupado y cariñoso. Durante esos cuatro meses que me sometí a varios exámenes y tratamientos debido a mi condición, puedo decir que siempre me sentí respaldada por su equipo médico, primero estaba mi salud.

Gracias a Dios llegó el gran día, extrañamente estaba feliz (porque el miedo siempre me superó antes de conocerlo, debo decirlo). Usted me recibió tan cariñosamente que entregué mi vida y mi cuerpo en sus manos, confiando en su enorme experiencia y calidad humana. Ya van casi dos meses desde aquel día, fue duro, pero valió totalmente la pena, el resultado fue impresionante, mi vida mejoró al 100% ¡Me siento una mujer bella y feliz! Comprobé finalmente que todas sus cirugías reconstruyen el “cuerpo y alma”.

Recordaré siempre su beso en mi frente cuando desperté de la anestesia y tiernamente tocó mi brazo y me dijo: “salió todo bien, Daniela”.

Atte.
Daniela.

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